A 36 años del golpe de Estado genocida, que instauro la última dictadura cívico militar en Argentina, durante el período 1976-1983, nos reunimos aquí, para seguir recordando y reflexionando en conjunto el “Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia” y generar mayores niveles de conciencia popular.
Es compromiso de esta Comisión, consolidar día a día la memoria colectiva, fomentar la práctica de valores solidarios de la vida, la igualdad, la libertad y la dignidad humana.
Es necesario construir pluralmente desde el presente, ya que no sabemos cuándo tiempo tardará el presente en convertirse en historia. De todos nosotros depende trabajar para que NUNCA MÁS opere el silencio y el olvido en nuestra sociedad y construir un futuro más justo.
Reivindicamos a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, quienes reflejan como ninguna otra la irrenunciable lucha de nuestro pueblo por la justicia, aún en las peores circunstancias. Quienes en un marco de miedo y silencio colectivo desafiaron al poder y se levantaron como testigo y denuncia pública.
Recordamos que tras 29 años de democracia ininterrumpida es desde el 2003 y con el establecimiento de un Proyecto Nacional y Popular, que los Derechos Humanos se convirtieron en política de Estado. Esta realidad nos llena de orgullo.
Es por ello que esta Comisión no sólo trabaja para recordar año tras año lo ocurrido aquel 24 de marzo de 1976. Trabajamos para poder reflexionar todos juntos la imperiosa necesidad de comprender las nefastas consecuencias de la aplicación de un plan sistemático basado en la violación de los derechos humanos, que tuvo como propósito el control social para implementar políticas económicas que desbastaron a nuestros países, dejando aún hoy secuelas sin precedentes en el plano político, social, económico y cultural.
Porque aquella dictadura no sólo se llevó a nuestras mujeres y hombres luchadores, que se animaron a ir un poco más allá de lo posible, sino que intentaron exterminar junto a ellos la esperanza de todo un Pueblo por construir una sociedad más justa.
De este modo, destacamos la lucha de las compañeras y compañeros que hoy nos acompañan con sus testimonios, con sus historias de vida.
No obstante, desde esta Comisión creemos que no podemos desentendernos de la encrucijada que vivirá la Argentina en este momento histórico; y entendiendo este desafío es que nos sumamos a la defensa de este modelo inclusivo, integrador y popular.
Es por ello, y respetando la pluralidad que caracteriza a este espacio, que nuestra coherencia ideológica nos obligó y nos seguirá obligando a tomar posición.
Una toma de posición que nos permitirá defender con argumentos sólidos el modelo de país que queremos, que dista mucho de aquel que tuvimos que vivir en los 90. Debemos decir lo no dicho, debemos dar luz a lo oculto. La historia no deberá repetirse en los desaciertos.
No nos olvidamos de aquel hecho tan simple y simbólico a la vez como ver a un tipo ordenando que se bajen los cuadritos de los militares antinacionales, eso que nos hizo emocionar y nos hizo sentir, luego de muchos años, que un Jefe de gobierno venía a saldar aquella deuda del Estado por las atrocidades cometidas en el pasado.
Estamos convencidos de que este es el inicio de un camino que necesariamente debe ser profundizado. Y está siéndolo. Hoy es una muestra de ello.
Estamos en un momento de inflexión, donde por un lado, por primera vez cómplices civiles fueron condenados, y por el otro, se comienza a instalar públicamente que los grupos económicos fueron los que orquestaron esta dictadura. Es nuestro compromiso profundizar y consolidar este camino.
Aún restan muchas cosas por hacer. Seguimos creyendo que la primera y más importante es la recuperación de la identidad de los nietos restantes en manos de sus apropiadores.
Y tampoco olvidamos a las compañeras y compañeros asesinados y desaparecidos en democracia, en manos del poder económico, que será derribado con la conciencia colectiva y con la participación popular.
Hoy estamos aquí manteniendo activa la memoria de un Pueblo que lucha y se organiza, levantando las banderas de la verdad y la justicia.
Tenemos el compromiso de convertir el silencio en palabra, el olvido en memoria y la impunidad en justicia.
Porque lo imposible sólo tarda un poco más, estamos seguros de que este es el mejor camino para reivindicar a los compañeros que ya no están y luchar de manera incansable por los derechos de los que más necesitan.
Comisión por la Memoria. Marzo del 2012